BHP, el gigante minero líder a nivel mundial, ha propuesto una oferta de aproximadamente 39 mil millones de dólares para adquirir a su rival Anglo American, en lo que sería el acuerdo más grande en la historia del sector minero. La propuesta, sin embargo, fue rechazada por Anglo, argumentando que subvalora significativamente a la compañía y no resultaría atractiva para sus accionistas, lo que podría desencadenar una batalla por su adquisición.
La principal motivación de BHP en esta operación radica en la adquisición de las valiosas minas de cobre de Anglo, así como en fortalecer su posición en la producción de hierro y carbón metalúrgico, elementos esenciales en la fabricación de acero. Para lograr este objetivo, se plantea una radical transformación de Anglo, dividiendo sus divisiones de platino y hierro en Sudáfrica y sometiendo al resto de sus unidades, como De Beers, a una revisión estratégica.
El momento de esta propuesta cobra especial relevancia debido al interés de las grandes empresas mineras por aumentar su participación en la producción de cobre, en anticipación a una posible escasez en los próximos años, impulsada por la creciente demanda de energías renovables, redes eléctricas y vehículos eléctricos. BHP busca adelantarse a este escenario y aumentar su exposición a los activos de Anglo, principalmente ubicados en Chile y Perú.
Aunque la propuesta inicial de BHP fue rechazada, se espera que otros actores del mercado minero no permanezcan pasivos ante esta situación. Rivales como Rio Tinto, Glencore y Vale podrían mostrar interés en Anglo, considerando que el crecimiento en la producción de cobre es una prioridad estratégica para ellos. Asimismo, no se descarta la posibilidad de contraofertas por parte de grupos mineros chinos, ávidos de asegurar suministro de cobre.
Sin embargo, el camino hacia esta adquisición no estará exento de obstáculos. La complejidad de la historia y la extensa cartera de Anglo, junto con el escrutinio antimonopolio y la respuesta del gobierno sudafricano, plantean desafíos significativos para concretar el acuerdo. La reacción de las autoridades sudafricanas, así como la evaluación de los organismos reguladores internacionales, serán determinantes en el desarrollo de esta propuesta y su posible impacto en el mercado minero global.