Como cada año, en esta fecha recordamos a los Mártires de Chicago, quienes dieron su vida para que el trabajo comenzara realmente a ser valorado y se reivindiquen los derechos de los trabajadores.
A través de los años, hemos visto cómo ha evolucionado el sentir en la sociedad, y cómo cada trabajador y trabajadora le ha dado a su trabajo el valor que debe tener. Sin duda, hemos avanzado en este camino.
Sin embargo, aún nos queda mucho por hacer, y por reivindicar. En días en que se discute un salario mínimo de $400.000 mil pesos, con una inflación cada día mayor, con los precios de la canasta básica subiendo a diario e influidos por una guerra a miles de kilómetros, cabe preguntarse si es suficiente que los trabajadores entreguen 45 horas a la semana, y a veces más, para lograr un sueldo que literalmente, no alcanza.
Como mineras y mineros, tenemos el privilegio de estar lejos de la realidad de la mayoría de los chilenos. Y es por ello que como Federación, hacemos un llamado a no olvidarnos del prójimo. Todos y todas somos trabajadores, que dependiendo de nuestras circunstancias, educación y oportunidades podemos tener más o menos réditos por las horas que entregamos a las empresas que nos contratan.
Pero que jamás se nos olvide que somos nosotros, los trabajadores y trabajadores quienes movemos el país en todo ámbito y que todos los trabajadores, son importantes, valiosos y necesarios para que todo marche bien.
Es por ello que en este nuevo 1 de mayo, enviamos a cada uno de ustedes nuestro más afectuoso saludo y agradecimiento. Por cada hora entregada, por cada día asistido aún con dificultades.
Sepan que como Fesumin estamos por y para ustedes, para que puedan ejecutar sus labores con plena confianza y seguridad de que sus derechos serán siempre respetados.
Atentamente, Fesumin.