La propuesta de Reforma al Sistema Previsonal del Gobierno de Boric, mantiene como tercer pilar la cotización obligatoria individual, y busca también mejorar el pilar contributivo.
Para ello considera el término del modelo de AFP, lo que disminuirá los costos al bajar las comisiones de los afiliados, permitirá aprovechar las economías de escala en beneficio de los afiliados y generar más competencia en la gestión financiera.
Asimismo, contempla la creación de un Inversor de Pensiones Público y Autónomo (IPPA) y paralelo a ello permitirá la creación de Inversores de Pensiones Privados (IPP).
La nueva entidad pública, el IPPA, gestionará de forma exclusiva el Seguro Social, al que se destinarán los aportes del 6% que haga el empleador, y competirá con los inversores privados, los IPP, por la administración de la cotización del 10,5% del trabajador.
El Instituto de Previsión Social (IPS) pasará a ser el Administrador de Pensiones Autónomo (APA) y concentrará las actividades de soporte. Se fortalecerá su autonomía, potenciando su gobierno corporativo.
Respecto a la heredabilidad de los fondos, tema que estuvo en la palestra durante la construcción de esta propuesta de Reforma, es el mismo Presidente quién aclaró las dudas, señalando que “los ahorros previsionales en las cuentas individuales tanto acumulados como del futuro mantendrán la propiedad individual, podrán heredarse y no serán jamás expropiados”.
En este sentido, el documento proporcionado por el Gobierno indica que la reforma “reemplaza el retiro programado por una renta vitalicia en la que todo trabajador podrá optar por dejar una herencia. También se podrá optar a una renta vitalicia sin herencia, la que entrega una pensión más alta”.