Cochilco estima que para la próxima década la demanda de agua por parte del sector minero del cobre será de 20,9 metros cúbicos por segundo. En tanto al consumo eléctrico, se espera que crezca desde 25,8 TWh en 2021 hasta 33,8 TWh en 2032.
En términos de la demanda eléctrica, estiman que crecerá hasta 33,8 TWh en el mismo período. Por ejemplo, “el consumo energético para desalación e impulsión de agua de mar es otro proceso para el cual se proyecta un alza importante, pasando de 1,5 TWh en 2021 (6% del total) a 4,5 TWh en 2032 (13% del total), convirtiéndose en el segundo proceso de mayor intensidad de consumo eléctrico”.
Al respecto, desde Fesumin estiman que la minería debería innovar y buscar nuevas fuentes tanto de agua, como de energía para que el proceso sea sustentable.
El Director de Comunicaciones de Fesumin, Victor Riesco, argumenta que “como es conocido en las faenas mineras que están actualmente en funcionamiento en el país, ya han cumplido varios años de operación y eso implica que para poder acceder a minerales de mejor calidad o de más alta ley, se requiere un trabajo más intensivo tanto de la parte de extracción en las minas, como del proceso dentro de las plantas concentradoras”.
“También es conocido que a nivel del tipo de mineral, entre óxidos y sulfuros, la mayoría de las empresas mineras está optando por el segundo, ya que los niveles de óxido han bajado de sobre manera y también el proceso se encarece demasiado debido a los costos de las materias primas necesarias para poder realizarlo”. agrega.
“Tenemos el ejemplo de concentradoras como el proyecto de Spence y el proyecto de Quebrada Blanca, que hablan de este proceso. Estas plantas requieren un alto nivel de consumo energético y eso implica un cambio en la matriz productiva y hará que se tengan que buscar nuevas fuentes tanto de agua como de energía para que el proceso sea sustentable y ahí vemos el incremento tanto de la instalación de plantas desaladoras como del futuro consumo de energía eléctrica en estos puntos que se debería desarrollar a nivel del mar.
“El informe es bastante contundente respecto a lo que se debería hacer de aquí a futuro. Hoy las empresas mineras que desarrollan su labor en el país están mirando esto y buscando nuevas formas, ya que la actual situación climática y la sequía son un tema preocupante. Además, están las nuevas definiciones que aborda la Convención Constitucional, las que podrían cambiar las condiciones actuales del rubro”, finaliza.
