Desde el año 2019 Chile ha vivido cambios drásticos importantes en lo político y lo social, lo que trajo como gran final una nueva votación para el fin de semana pasado en donde Republicanos, de extrema derecha, lograron un triunfo bastante aplastante y dejando bastante debilitada a la derecha tradicional y ni hablar de la coalición gobernante. Aunque los grandes perdedores fueron los ex partidos de la concertación agrupados en Todo por Chile (DC, PPD, PR), y en el otro lado de la vereda, el PDG. Ambos sin representación.
Por Víctor Riesco Umaña, Director de Comunicaciones de Fesumin
y Secretario del Sindicato de Supervisores de Collahuasi.
Nuestra mirada no es realizar un análisis político de lo sucedido y para ser claros y contundentes, desde el mundo de los trabajadores organizados, los triunfos de los extremos no son buenos y ya tenemos historia:
- Las prioridades durante el estallido social fueron Pensiones, Salud y Educación de calidad. Y al parecer estos 3 puntos ya no son los primordiales; ahora es la Inmigración y la delincuencia, pero es importante destacar que los grandes triunfadores de esta pasada no tienen a la vista los tres primeros puntos ya que a la mayoría de sus seguidores, al parecer, no les importa.
- El lograr un nuevo sistema de pensiones para mejorar las ya malas pensiones actuales se pone muy cuesta arriba, ya que conocemos las posturas de Republicanos y la Derecha tradicional y lo más probable es que en el nuevo texto se mantengan las instituciones privadas como las AFP´s. Como segunda alarma vimos el resultado de las votaciones en el Congreso respecto de la Reforma Tributaria, que consideraba un apéndice para la mejora de los montos asociados a la PGU, y con la negativa de esta medida todo quedó en nada.
- En Salud hemos presenciado el ya “conflicto” que existe por parte de las Isapres de no acatar el dictamen de la Corte Suprema de devolver los montos asociados a cobros indebidos. Y resulta que podría colapsar el sistema privado, y se llama a rescatar a estas instancias privadas de salud por parte del gobierno, pero no se realizan las mejoras suficientes para que el sistema de salud estatal Fonasa se fortalezca, y ni hablar de mejorar la atención pública en todos los niveles.
- En materia educacional, ya sabemos que la educación pública podría dejar de existir si las propuestas de la derecha y la extrema derecha se hacen realidad, privatizando y generando un excelente negocio para entidades privadas. La municipalización de la educación básica y media hace estragos todos los años, donde los fondos asignados terminan gastándose en otros ítems dentro de los municipios, y hemos visto cómo la violencia ha ingresado en los liceos emblemáticos en Santiago, pero la violencia recorre el país y en cualquier lugar la encontramos en liceos y escuelas. No podemos olvidar la situación de los profesionales de la educación, los queridos profes, que cada día son más mirados en menos y sus entradas económicas se ven menoscabadas debido a sus condiciones laborales. Y por último, el acceso de los estudiantes a la educación superior ya no garantiza nada.
- Otro tema importante es que la falta de vivienda para sectores populares es un tema de alto riesgo; el crecimiento de los campamentos y de las malas condiciones de vida de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, sumada a la condición de los inmigrantes, venezolanos en la actualidad, recordando que ya pasaron por nuestro país colombianos y haitianos, es un polvorín que cada día crece y que no se le toma el peso porque no todos viven esa realidad. En la misma línea, el alto costo de las casas y departamentos y el alza de los intereses y la UF está afectando a la clase media para poder adquirir viviendas y acceder a la casa propia, tema que no estaba en el origen del estallido social.
- Por último, la pandemia y las condiciones laborales de los trabajadores vividas en ese tiempo aún afectan el bolsillo y la estabilidad laboral como económica. La inflación ha golpeado de forma dura a nuestra economía y los vaivenes de la economía mundial hacen que nuestro país pague los platos rotos. Basta ver el precio de los combustibles y los productos de primera necesidad importados, los que suben de forma meteórica sin que los sueldos crezcan en la misma forma, haciendo que a mismos sueldos menos bienes y necesidades pueden ser cubiertas.
Pareciera que el discurso es muy de queja y tal vez como mirada de los perdedores de este fin de semana, pero si lo piensa fríamente ninguna de las condiciones antes mencionadas se ha mejorado en este tiempo, ya sea por tozudez de la coalición gobernante, o por la desidia de la mirada derechista de enfrente. En resumen, los políticos han hecho su pega y todo se mantiene tal cual, pero con una mirada ahora, que da una posibilidad de que no se generen cambios y se mantenga todo como está hasta ahora.
Respecto de los avances en los temas laborales, ya conocemos las posturas de la derecha y la extrema derecha, ojalá y no hubiera sindicatos ni organizaciones superiores que representen a nivel de mesas con el Empresariado y el Gobierno de turno. Sabemos que los triunfadores estaban en contra de las 40 horas, tema del cual somos parte en el proceso como Fesumin y como trabajadores organizados. Ni hablar de la huelga como medida de presión fuera de la negociación colectiva, por ejemplo, en situaciones de seguridad en faenas mineras como el caso de los 33 mineros.
También sabemos que los grandes grupos económicos financian a quienes defienden sus posiciones, pero es algo que ya se conoce desde antes.
Lo que venga en el futuro y en especial en los temas laborales es un misterio, y lamentablemente los trabajadores del país no están organizados ni preparados para enfrentar una “aplanadora” por parte del empresariado nacional ni de los grupos políticos, como lo estamos en el sector minero; y lo que es peor, que realmente el sector triunfador “le niegue la sal y el agua” a la coalición gobernante en el Congreso y que no se aprueben los proyectos de ley presentados por el Gobierno de Boric lo que dejaría en una incertidumbre durante los próximos dos años y medio.
La noche del domingo el presidente Boric llamó a los triunfadores a no cometer los mismos errores que se cometieron en la primera convención constitucional, y ya hemos visto que no hay ganas de cambiar mucho. Nos queda esperar, porque al menos desde la minería privada esa será la alternativa.