Se dan a conocer resultados de estudio sobre trabajo en altura en la minería

La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile y la Universidad de la Frontera determinó, según un estudio, los efectos del trabajo en altura en la minería. Pare esto se monitorearon las condiciones de salud de cerca de 500 trabajadores provenientes de empresas mineras.

La investigación denominada “Efectos de la exposición intermitente a gran altitud en la salud de los trabajadores de faenas mineras”, estableció que quienes trabajan entre 3.000 y 5.000 metros de altura durante más de seis meses con turnos rotativos 7×7 con 12 horas diarias, presentan afecciones como el “Síndrome del Mal Agudo de Montaña” en el primer día de trabajo o también conocido “mal de altura” con una frecuencia 12 veces mayor que quienes laboran a menos de 3.000 metros.
En el estudio se observaron compromisos neurocognitivos reversibles vinculados a la memoria y la concentración; problemas de presión arterial; y 4,4 veces más alteraciones de sueño respecto a personas que están a baja altitud.
Desde Fesumin, según señaló el director de Comunicaciones, Víctor Riesco, “celebramos que hagan estos estudios, pero nosotros ya los conocíamos debido a que hace muchos años también se habían realizado a través de la doctora Ibcia Santibáñez que escribió un libro (Jornada laboral, flexibilidad humana en el trabajo y análisis del trabajo pesado) en el que se muestra cómo afecta el tema de turnos, tanto el trabajo en altura (sobre 3.500 metros) como la jornada día-noche”. 
“Obviamente la información a nosotros nos sirve mucho, ya que corrobora lo que hemos venido presentando, ahora lo que hay que buscar es la asociación entre aquellas enfermedades que se producen en la altura por motivos de trabajo en el cuerpo del trabajador, ese es el siguiente eslabón de esta cadena para demostrar que el acostumbramiento y aclimatamiento es un proceso bastante complejo”, agregó.
Una de las soluciones que presenta el equipo a cargo del estudio para disminuir los es oxigenar los campamentos o bajar las instalaciones a una menor altitud para facilitar el sueño, eso además de evaluar medidas para mitigar la presencia del Mal Agudo de Montaña que considera preaclimatación en faena y el uso de medicamentos para combatir los síntomas.
Así, Víctor Riesco advierte que “sólo basta considerar que la categoría de trabajo pesado se entrega a ciertos profesionales que trabajan sobre una determinada altura a fin de que sea la condición más grave”.
“Esperamos, como dijimos anteriormente, que los estudios ahora apunten a las enfermedades que se generan por la permanencia en la altura, como puede ser el aumento del porcentaje de hierro en la sangre, para que la sangre pueda captar más oxígeno”, cerró.