La Organización Internacional del Trabajo, OIT, señala que el estrés laboral se genera a raíz de la discordancia entre las exigencias del trabajo y las capacidades del trabajador o cuando las habilidades de éste no coinciden con la cultura de la empresa.
El informe “La organización del trabajo y el estrés”, advierte que “se considera que el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica y física de los trabajadores, y a la eficacia de las entidades para las que trabajan.
Los accidentes del rubro laboral, sumado a las largas horas de trabajos y las enfermedades relacionadas con el trabajo, juntas provocan 374 millones de muertes al año, de acuerdo a un comunicado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
La OIT calcula que diariamente “fallecen 1.000 personas por accidentes laborales y otras 6.500 mueren por enfermedades profesionales. A nivel global, las cifras indican que el número de personas fallecidas por causas atribuibles al trabajo creció de 2,33 millones en 2014 a 2,78 millones en 2017”.
Desde la Federación de Supervisores de la Minería Privada, su Director de Comunicaciones, Víctor Riesco, señala que “las cifras de este informe no escapan a nuestra realidad de trabajadores como país. Lamentablemente, Chile tiene una cultura que ha pasado a ser individualista y los intereses colectivos y del resto de las personas, ya sea desde un punto de vista solidario o empático, ya no son parte del trabajo”.
“Es así como vemos que mucha de la jefatura que tenemos en el país, no tiene el criterio porque tampoco ha trabajado y vamos de arriba hacia abajo. El Gobierno no es empático, los empresarios no son empáticos, los jefes no son empáticos y nosotros no somos empáticos con nuestros trabajadores, y así sucesivamente. Y eso lleva a que exista esta figura de no estar conforme en el trabajo, principalmente por el ambiente que se genera. Es lamentable que tanta cantidad de personas pierdan la vida siendo una decisión personal y por enfermedades, siendo el gatillante el trabajo”, afirma Riesco.
“El trabajo no debería dar motivo para depresión ni otras enfermedades. Recordemos que las cifras hablan de enfermedades del sistema circulatorio, un 31%, cánceres de origen profesional, un 26% y las enfermedades respiratorias, un 17%. Y ahí estamos muy mal porque el trabajo debe cumplir el rol social que tiene que es entregar parte de tu tiempo para obtener un rédito económico o un beneficio mayor”, agrega.
Para finaliza, Riesco señala que el análisis de enfermedades mentales, ambiente laboral y demás, debería ser más profundo. “Creemos que en Chile no se valora ni se dimensiona todo lo que ocurre a nivel laboral. Por ejemplo, a los mineros nos pueden decir que ganamos sueldos bastantes altos y bonos, pero eso no se condice con la calidad de vida que uno lleva, por lo tanto, el análisis debería ser más profundo”, cierra.