Fue declarado admisible por la Cámara de Diputados el proyecto de ley que crea un royalty minero de 3% y ahora pasará a las comisiones para continuar con su trámite legislativo y esperar los resultados.
Hace un par de meses el diputado nortino Esteban Velázquez presentó un proyecto de ley que establece la creación de un ingreso a través del cobro de un impuesto a la explotación de recursos naturales no renovables en las comunas donde se extraen.
Como consigna la Fundación Terram, el representante en el Parlamento de la Bancada Regionalista por Antofagasta, explicó, como autor de la iniciativa, que este impuesto al ser aplicable a la extracción, entregaría, según su opinión, muchos más recursos que “el actual y escuálido impuesto específico que apunta a la inversión”.
“Este proyecto pretende cobrar un impuesto de acuerdo al porcentaje de extracción de recursos naturales no renovables, como es el caso del cobre y el litio, para así generar recursos en las comunas y provincias donde se realice esta acción. Con este proyecto no hacemos más que dar cumplimiento al artículo 19 número 24, inciso 6, que el Estado de Chile tiene un derecho inalienable e imprescriptible respecto a la propiedad y dominio absoluto de las mineras, en sí, de la actividad minera que se desarrolla en el país”, aseguró.
Desde Fesumin, ven este proyecto de forma positiva y afirman que: “Es un buen avance el que se considere algo más que inversión. Las mineras han ganado suficiente dinero en este país como para que no aporten de forma considerable y retribuyan lo que sacan de esta tierra”.
“Es importante que la gente se entere que todos los recursos que salen del país, siendo el cobre y litio estratégicos para nuestra nación, no tributan de buena forma. Por eso es un buen cambio y ahora hay que ver cómo se distribuyen estos temas, porque la alerta de peligro puede venir desde las grandes compañías mineras y los políticos que las respaldan, con el argumento de que la inversión en minería se irá a otros países y a otros paraísos de inversión en donde no se cobran estos intereses”, aseguran.
“Es de suma importancia dejar en claro que es un impuesto en compensación de lo que se está sacando de este país. No se está pidiendo limosna, sino tan sólo que se entregue parte de lo que le corresponde a la gente que pertenece a este país”.
Desde Fesumin, también señalan que otro aspecto relevante es que en el concretado de cobre van otros minerales de alto valor en la industria, por los cuales las empresas reciben ingresos y de los cuales no existe ningún gravamen.