El mercado del litio en Chile atraviesa un periodo de transformación en 2024, con una caída significativa en los precios que llevó el valor promedio del mineral a menos de US$10.000 por tonelada, un nivel no registrado en los últimos tres años. En este contexto, SQM, uno de los actores clave en la extracción de litio en el país, enfrenta un panorama desafiante y lleno de oportunidades.
Durante una reciente conferencia, Ricardo Ramos, gerente general de SQM, destacó las ventajas competitivas del litio, que sigue siendo fundamental para la producción de baterías eléctricas debido a su bajo costo relativo. Según Ramos, el litio representa apenas el 1% del costo total de un auto eléctrico, por lo que considera irracional buscar alternativas más costosas. Sin embargo, también expresó preocupación por los precios actuales, afirmando que deberían reflejar mejor el creciente equilibrio entre oferta y demanda impulsado por la electromovilidad.
En cuanto a la cooperación con Codelco en el salar de Atacama, extendida hasta 2060, Ramos subrayó que la sustentabilidad ambiental es un componente esencial para mantener la competitividad en el mercado global. «Estamos convencidos de que ser número uno en sustentabilidad ambiental es fundamental para ser competitivos en el largo plazo», señaló el ejecutivo, reafirmando el compromiso de la empresa con prácticas sostenibles como una ventaja estratégica para el futuro de la industria.
A pesar de las oportunidades, Ramos también destacó los desafíos tecnológicos que enfrenta el país para integrarse plenamente en la cadena de valor global del litio, particularmente en la producción de baterías. Según el ejecutivo, aunque Chile posee las materias primas necesarias, el desarrollo de tecnología avanzada sigue siendo un obstáculo significativo. «Chile debe cuestionar su nivel de integración en la cadena de valor global del litio año con año», advirtió, subrayando la necesidad de superar barreras técnicas para avanzar en la industrialización del sector.
Por otra parte, las obligaciones contractuales con Corfo, que exigen a SQM y Albemarle vender parte de su producción a precios preferenciales, imponen restricciones adicionales. Estos acuerdos, que garantizan la provisión de 22,500 y 9,500 toneladas anuales de litio, respectivamente, a precios reducidos, plantean implicaciones para la inversión y el desarrollo futuro de la industria.
Con el compromiso de equilibrar sustentabilidad, desarrollo tecnológico y obligaciones contractuales, el futuro del litio chileno sigue siendo un tema clave para el país y su posicionamiento en los mercados energéticos y tecnológicos globales.