El precio del cobre cerró la semana del 5 al 9 de mayo con un aumento del 1,2%, alcanzando los US$ 4,30 por libra, según el más reciente Informe del Mercado Internacional de Cobre publicado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco). Con este resultado, el promedio anual del metal rojo se situó en US$ 4,22 por libra, un 6,2% por encima del promedio registrado en el mismo período de 2024.
De acuerdo con el reporte, el comportamiento del precio se explica por una combinación de factores monetarios y comerciales. En primer lugar, la debilidad del dólar estadounidense favoreció los precios de los commodities, entre ellos el cobre. Además, persistieron las preocupaciones por una posible escasez de oferta, alimentadas por caídas en la producción de importantes compañías mineras a nivel global.
Entre los factores monetarios, se destacó la decisión de la Reserva Federal de mantener sin cambios la tasa de interés, aunque advirtió sobre riesgos inflacionarios derivados de aranceles a productos chinos. Esta postura moderada redujo las expectativas de recortes de tasas en el corto plazo, generando cautela, pero sin alterar el impulso alcista para los metales industriales.
En términos de producción, mientras compañías como Freeport-McMoRan, Glencore y Anglo American reportaron bajas significativas en el primer trimestre, firmas chilenas como Codelco y Antofagasta Minerals mostraron alzas interanuales. No obstante, estos incrementos no fueron suficientes para equilibrar el descenso global en la oferta, manteniéndose ajustado el balance oferta-demanda.
Por el lado de la demanda, las importaciones de cobre refinado en China permanecieron estables durante abril. Sin embargo, las compras de concentrado alcanzaron niveles récord, en línea con la expansión de su capacidad de fundición. A esto se suma la reciente reorientación de flujos hacia Estados Unidos debido a la amenaza de nuevos gravámenes, lo que ha reducido la disponibilidad de cobre en el mercado asiático, profundizando las restricciones en el corto plazo.