La minería representa el 9% del PIB mundial y constituye la piedra angular de los ingresos en países como el nuestro. Esta afirmación arroja contundentes claridades sobre el rol que cumplen las y los trabajadores de la minería en el desarrollo de Chile. Nuestra historia como país se vincula con la minería de manera ineludible; hace cientos de años, atacameños y diaguitas usaron el cobre para producir sus utensilios, y hoy somos el mayor país productor de cobre del mundo.
Decir esto es una oportunidad para revisar la responsabilidad que recae sobre nuestros hombros. La minería no es una industria sencilla, y los desafíos medioambientales, la transformación tecnológica y la defensa de los derechos laborales, son solo algunos de los factores que nos obligan a trabajar con altura de miras los años venideros.
FESUMIN ha trabajado con ahínco para posicionarse como un referente en la discusión nacional y 7 años después de su constitución es pertinente preguntarnos: ¿cuáles son los desafíos de la minería los próximos 10 o 20 años?, ¿cuál es el rol que las y los trabajadores debemos y queremos tener en estos desafíos?
Como Federación, creemos que la inserción, promoción y desarrollo laboral con perspectiva de género son parte de los retos a futuro. Pero ¿de qué hablamos cuándo hablamos de perspectiva de género?
Primero, hablamos del derecho de todos y todas a trabajar en igualdad de condiciones, con remuneraciones y derechos laborales que reconozcan en justicia el valor del trabajo de hombres y mujeres. Segundo, hablamos de no hacer vista gorda a las diferencias, porque ningún factor unificador nos hace iguales y eso es lo realmente valioso. Tercero, trabajar pensando en un futuro en equidad en que todas y todos puedan asumir las mismas responsabilidades, desde la gerencia de una empresa, hasta la administración de un hogar.
Sabemos que un aspecto será la incorporación de más mujeres en la minería, pero también sabemos que en las empresas en que se constituyen los Sindicatos que componen nuestra organización, y posiblemente en todo el rubro minero, las mujeres siguen teniendo los mismos problemas desde hace décadas: el no contar con ropa de trabajo adecuada, dificultades para conciliar las responsabilidades familiares, discriminaciones derivadas del ejercicio de sus derechos de maternidad en el pago de bonos, son algunos. Es aquí donde como organización sindical tenemos mucho que decir, porque es un derecho ejercer nuestro trabajo en absoluta dignidad, con posibilidades de ascenso, con la misma remuneración por el mismo trabajo, y sin discriminaciones arbitrarias de ningún tipo.
No existe un solo camino ni una sola respuesta, pero creemos que obtener la certificación de la Norma Chilena 3262, que busca la incorporación de un Sistema de Gestión de Igualdad de Género y Conciliación, junto con un cambio cultural que permita trabajar la reducción de brechas en las empresas, es una herramienta que permitirá garantizar espacios laborales en los que las mujeres quieran estar. Como FESUMIN, emplazamos a las empresas de la minería privada a obtener esta certificación, incorporando su mirada en todas las estructuras jerárquicas, y generando instancias que permitan la retroalimentación con las organizaciones sindicales de base y federaciones.
El trabajo colaborativo será lo que hará la diferencia. La perspectiva de género es fundamental, pero sólo es posible de la mano de una perspectiva de derechos laborales, y sindicales. Es esta mirada íntegra del desarrollo e implica redoblar esfuerzos. Gabriela Mistral dijo: “dónde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Dónde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Dónde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino”, y ese será el legado de nuestra organización, abrir caminos en la minería y en nuestro país, para todos y todas.
Como FESUMIN trabajaremos en apartar las piedras del camino para las y los que vienen.
Como FESUMIN trabajaremos en apartar las piedras del camino para las y los que vienen.