Las condiciones climáticas extremas representan un desafío constante para la seguridad en la minería, afectando la conducción de vehículos en faenas ubicadas en zonas de alta montaña o desiertos. Según datos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), el 15% de los accidentes graves en la industria minera están vinculados a fenómenos climáticos adversos, mientras que el 23% de los accidentes fatales en las últimas dos décadas han involucrado vehículos motorizados.
Ante este panorama, la implementación de tecnologías de geolocalización y monitoreo vehicular ha demostrado ser una herramienta efectiva para reducir estos riesgos. Empresas especializadas, como Central GPS, destacan que estos sistemas permiten identificar fallas mecánicas, analizar el comportamiento de los conductores y optimizar rutas de transporte, lo que contribuye directamente a la seguridad en faena.
El uso de sensores de temperatura y humedad, cámaras de visión nocturna y sistemas de control de tracción permitió mejorar la visibilidad, la adherencia al suelo y la eficiencia operativa en condiciones adversas. Además, la planificación de rutas basada en datos meteorológicos ha reducido retrasos logísticos y minimizado el impacto de eventos climáticos sobre la infraestructura minera.
Se estima que la incorporación de estas tecnologías aumentará la productividad en un 15% en los próximos cinco años, beneficiando tanto la seguridad de los trabajadores como la sostenibilidad de las operaciones. En línea con esto, las estadísticas de accidentabilidad minera de Sernageomin reflejan una disminución en la cantidad de incidentes gracias a la automatización y el monitoreo remoto.
La industria minera avanza hacia una gestión más segura y eficiente, donde la tecnología de geolocalización y monitoreo se consolida como un pilar fundamental en la reducción de accidentes y en la optimización de los procesos operativos.