Estando en la mira por un par de meses, pasó a ser una ley necesaria y de urgencia al tener que regular, rápidamente, la nueva relación laboral que se tuvo que generar forzosamente debido a la pandemia del COVID-19 y la imposibilidad, voluntario o legal, de no salir de casa.
Desde Fesumin, el Director de Comunicaciones, Víctor Riesco Umaña, afirma que desde hace tiempo los dirigentes sindicales están preocupados por la regulación de jornadas de trabajo, para que sean productivas pero que también sean prudentes para que cada trabajador pueda tener un tiempo de desconexión. Ahora, ambos aspectos se han unido en una ley: Teletrabajo.
«Esta ley, bajo esta nueva figura que esta redactada, tiene dos puntos que son importantes respecto de los tiempos y el cumplimiento que debe dar el empleador respecto a ello. El primero tiene que ver con las jornadas del trabajador, las cuales deben estar previamente definidas. En minería, tenemos turnos de 12 horas y bajo esta figura, el minero debería estar las 12 horas disponible para trabajo en faena», afirma Riesco.
«Entonces, los mineros deben darse cuenta de que ahora que están en casa, no pueden exceder las jornadas, como muchas veces se hace en faena, y deben estar presentes con sus familias», agrega.
Riesco aclara que el segundo punto «tiene que ver con el derecho a desconexión. Este es un punto muy importante: y es que fuera del horario pactado, el trabajador no tiene el deber de responder las comunicaciones, entiéndase redes sociales, correos formales de la compañía o el teléfono. Y eso tiene que ver con la instancia de que las personas no tienen que trabajar más tiempo del pactado».
«Esto es parte del modernismo pero también hay que saber llevarlo, tanto por la empresa y por el trabajador, cuáles son los tiempos en donde se deben realizar las funciones, pactadas previamente, y los tiempos de descanso», afirma.
El punto complejo de la aplicación de esta ley, es que «sabemos que prácticamente es muy difícil que los trabajadores se puedan negar a instancias que son beneficiosas para el empleador pero no para el trabajador. Así que ahi tenemos un punto que nos puede complicar estas funciones realizadas a distancia, con el tema de la jornada y la desconexión laboral. Pueden ser muy provechosos para muchos trabajadores y aplicarse en minería con buenos resultados, pero también puede costar otros aspectos, como esta falta de regulación».
«No hay un control del tiempo, y eso implica que no hay pago por horas extras. Y eso debe quedar claro. Si a la persona no le van a pagar las horas extras, no debe trabajar fuera de los horarios previamente establecidos. Lo importante de esta ley y lo que los trabajadores deben tener claro, es que todo se debe pactar y las condiciones laborales deben quedar claras para ambas partes desde la primera instancia», finaliza Riesco.
