En febrero pasado se promulgó la Ley de Eficiencia Energética y de Reducción de Emisiones cuya implementación pretende mejorar la eficiencia energética de las mineras, reduciendo en cerca de un 30 por ciento las emisiones de CO2 de aquí a 2030.
“Desde el mundo de la minería, hace un tiempo que se ha venido buscando la eficiencia, no solamente en la parte energética, sino que también en el agua, donde las mineras están reutilizando un gran porcentaje del agua del proceso”, expresó el Director de Comunicaciones de Fesumin, Víctor Riesco.
“También se ha logrado unificar aspectos respecto del mejor trabajo con las empresas contratistas a fin de hacer los temas de costos mucho más eficientes y la pandemia del año pasado reflejó que la minería podía funcionar con la herramienta del teletrabajo, aunque fue un impacto para los profesionales que tuvieron que dejar sus puestos en faena, se demostró que se puede trabajar desde lugares distintos mediante los sistemas de conexión como las reuniones virtuales”, agregó.
Riesco advirtió también que “desde el punto de vista energético, hay que entender que muchos de los cambios que se han generado a nivel de poder avanzar en la minería, implican un traspaso de consumir combustibles fósiles a un traspaso de energía, principalmente, eléctrica; y esto hizo que las compañías mineras contaminen menos”.
“Los estudios que se puedan hacer respecto a eficiencia energética también deben ser claros y precisos respecto a disminuir o ser eficientes, que es optimizar los recursos y que se utilice el nivel de energía correspondiente y lo otro es reducir, lo que apunta a que en el algún momento estas instancias dejen de seguir haciendo su trabajo”, añadió.
Finalmente, Riesco concluyó: “Aunque es una buena iniciativa, también hay que ver cuáles son los alcances del tema y obviamente eso debería apuntar a que la minería utilice cada vez más esas energías que contaminan menos el ambiente. en el futuro y dado los muchos proyectos energéticos que hay, esta situación debe cambiar”.
