El año 2017 la diputada Camila Vallejo presentó un proyecto de ley que pretende rebajar a 40 horas semanales la jornada laboral, una iniciativa que se reactivó en las últimas semanas y que ya ha despertado distintas visiones.
Desde la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja están buscando reactivar el proyecto apelando a que la reducción de horas no afectará la producción y ayudará a la salud mental de los trabajadores.
Desde Fesumin, el director de comunicaciones Víctor Riesco, aseveró al respecto que “vemos que la rebaja a 40 horas semanales es una buena iniciativa para los trabajadores, especialmente para aquellos que desarrollen su actividad en Santiago, pero para aquellos que trabajamos fuera de la zona y con otros horarios no es una medida muy importante”.
“Tal vez, si la visión de la productividad se midiera mediante la concreción o el cumplimento de objetivos, sería una figura mucho más interesante que solamente ir a cumplir tiempo de trabajo y quizás por no terminar de hacer las tareas encomendadas”, agregó.
Ante esto, lo que pide Riesco es enfocarse más en la productividad que en la cantidad de horas que se deba trabajar. “Hay que darle una vuelta al sistema de producción nacional y, obviamente, dada la instancia, creemos que es mejor producir por objetivos que por permanencia de tiempo”, cerró.