El Ministerio de Obras Públicas (MOP) anunció la construcción de un megaproyecto hídrico en la región de Antofagasta, con una inversión de $23.000 millones. Este plan contempla la construcción de tranques estacionales destinados a captar aguas de lluvias, una medida clave para enfrentar la creciente crisis hídrica vinculada al cambio climático.
El proyecto incluye la intervención en el Embalse de Conchi, un reservorio de relevancia en la región, y la edificación de cinco tranques adicionales en puntos estratégicos. Estas infraestructuras están diseñadas para almacenar agua durante las temporadas de lluvia, con el objetivo de garantizar el riego agrícola y el suministro hídrico a las comunidades cercanas.
Según Pedro Barrios, director de Obras Hidráulicas del MOP, la iniciativa busca optimizar la captación de precipitaciones en áreas críticas de la región. «Este proyecto maximizará el uso de las lluvias en zonas vulnerables, asegurando una disponibilidad hídrica durante todo el año», afirmó.
El diseño de los tranques no solo busca mitigar los efectos de la sequía, sino también asegurar la sostenibilidad hídrica de las comunidades rurales y agrícolas, sectores especialmente afectados por la escasez de agua. Con estas medidas, el gobierno espera ofrecer una solución integral que aborde tanto las necesidades humanas como las productivas.
El megaproyecto es una respuesta concreta a los desafíos climáticos que enfrenta el país, y posiciona a Antofagasta como un modelo para futuras iniciativas de seguridad hídrica en Chile.