Especial 40 horas Parte 3: Flexibilidad laboral, ¿hasta dónde?

Ya hace algunos meses, varios docentes y abogados laborales señalan que hay que poner atención en la flexibilidad que permite esta ley.

Uno de estos especialistas es Sergio Gamonal, un profesor de Derecho del Trabajo de la Facultad de derecho de la Universidad Adolfo Ibañez del Campo, quien afirma que “son dos los nudos críticos: (1) la irrelevancia del derecho del trabajo, y (2) el desprecio por el sindicalismo.

Sergio Gamonal, un profesor de Derecho del Trabajo de la Facultad de derecho de la Universidad Adolfo Ibañez del Campo, hizo un comentario en una columna de opinión en el diario Universidad de Chile, y toca dos puntos que creemos importantes analizar y son el trasfondo de la reforma de las 40 horas.

Sobre la irrelevancia del derecho al trabajo, indica que se abren espacios para una serie de acuerdos individuales entre el trabajador y el empleador, eso implicaría dejar fuera la acción que hacen los sindicatos y el segundo punto habla de si existe un desprecio por el sindicalismo y qué implicaría que las jornadas de trabajo se puedan negociar a través del artículo 22 y llegar hasta un total de 52 horas semanales.

Gamonal señala que “en el inciso segundo del art. 22 bis propuesto se dice en forma explícita: “Con todo, las partes podrán acordar diferentes alternativas de distribución de la jornada en un ciclo, debiendo el empleador comunicar al trabajador la alternativa que se aplicará en el ciclo siguiente, con al menos una semana de antelación al inicio de este”.

“El pacto individual de distribución (art. 22 bis inciso primero) permite semanas de hasta 45 horas, pero ahora con acuerdo sindical pueden llegar a 52 horas semanales. ¿Y sobre este máximo puede haber horas extras? No queda claro, aunque se precise en el inciso primero del art. 31 que en ningún caso la suma de la jornada ordinaria y extraordinaria podrá superar las cincuenta y dos horas semanales, por su redacción da la impresión de que se trata del acuerdo individual (art. 22 bis inciso primero) y no del sindical (art. 22 bis inciso final). Esto de no precisarse será objeto de disputas interpretativas”, añade.

Desde Fesumin, su Director de Comunicaciones, Víctor Riesco, explica que “si lo vemos desde el punto de vista que la mayoría de las personas se podrían ver afectadas, esto es terrible, no debería ser así porque no era el espíritu de la ley. Sin embargo, en el punto de los acuerdos individuales debemos recordar que solo el 20% de la masa de trabajadores de nuestro país está sindicalizada. Por lo tanto, los acuerdos individuales van a ser la pauta a seguir y obviamente el empresariado puede borrar con el codo lo que está escrito en la ley si el acuerdo es primordial o predominante a otras cosas”.

“Respecto al tema del sindicato, apunta que los sindicatos pueden llegar a negociar situaciones que pueden ser perjudiciales para su gente y eso solo afectaría al 20% de la masa trabajadora”, agrega.

Riesco también comentó sobre las modificaciones del proyecto en la Congreso: “Ahora, esto también nos da indicaciones de que la derecha incluyó una cantidad de situaciones y puntos dentro de esta reforma, que prácticamente liberalizó una vez más el proceso de las leyes laborales y la flexibilidad de libre mercado va a imperar bajo la figura de lo que está”.

“Lo que buscaba originalmente el proyecto de 40 horas era reducir la jornada laboral pero todos estos artilugios que pusieron el trío Cruz-Coke, Galilea y Moreira en el Senado, en la Mesa de Trabajo de la Comisión de Trabajo, implicaría que los trabajadores al final no disfruten de las 40 horas sino que mantuvieran o aún peor,  trabajaran más horas, sin que se pudiera impedir, ya que estaría dentro de la ley”.

“Si vemos estas perspectivas, es una lástima, una forma no muy agradable de comunicar que no todo lo que brilla es oro dentro de la reforma y que, lamentablemente, nos falta mucho como sociedad para que las personas que tienen el poder lo suelten y no sigan perjudicando a sus trabajadores”, finaliza.

Por ahora, se está a la espera de cuándo el Presidente de la República Gabriel Boric promulgue el proyecto como ley.