Los diputados que presentaron el proyecto han mostrado su apoyo y muchos argumentos a favor de que el turno de 7×7 en minería cambie y se considere solo como una jornada excepcional. Sin embargo, desde los trabajadores, la visión es clara: no quieren cambio de turno.
La semana pasada diputados de la zona norte presentaron un proyecto para regular los turnos mineros. La idea es que las jornadas de turnos de la minería sean de no más de 4×3 y que el espíritu del turno 7×7 sea respetado. El argumento principal es que este turno perjudica a las regiones mineras, ya que se masificó y casi todas las compañías lo consideran, lo que generó una fuga de recursos para esas regiones.
Además, también se plantea que la ciudad de Antofagasta, que se toma como principal ejemplo, debería ampliar su oferta de servicios para avanzar en la calidad de vida, mejorando aspectos como vivienda, salud, cultura, infraestructura, esparcimiento y áreas verdes.
Desde la Federación de Trabajadores de la Minería Privada, señalan que no quieren el cambio de turno y que los diputados deberían enfocar sus energías y estudios en apoyar causas de los trabajadores como lo es la seguridad en faenas, ya que sólo en el mes pasado, murieron 3 trabajadores mineros en diferentes accidentes.
“Los trabajadores tenemos una visión clara. Nos ha costado mucho lograr ciertos beneficios y un nivel de calidad de vida al contar con este tipo de turno. Sabemos que existe también un tema de continuidad operacional dentro de las faenas lo cual es importante. Sin embargo, creemos que sería prácticamente imposible desarrollar otro tipo de turno para la mayoría de las faenas, en especial a aquellas que están lejos de las zonas pobladas. Tal vez las que están en lugares cerca de ciudades se puede hacer una modificación pero no se puede generalizar la estructura”, afirma el Director de Comunicaciones de la Fesumin, Víctor Riesco.
“Otro aspecto que se debe considerar, y que deberían evaluar los diputados, es que lamentablemente no toda las empresas cuentan con las instalaciones en los campamentos para poder brindar turnos como los que el proyecto exigiría. Hemos dicho la habitabilidad de las ciudades del norte no está acorde a la calidad de vida que los trabajadores, tanto operadores como supervisores o contratistas, están buscando para sus familias”, agrega.
“Creemos que este proyecto es solo una iniciativa con buenas intenciones pero alejada de la realidad a fin de poder llevarse a cabo. Reiteramos, que los trabajadores no queremos permanecer más tiempo en lugares en donde no tenemos buena calidad de vida, por lo tanto, primero habría que ver qué ofrecen las ciudades para poder vivir. Quizá el tema pasa por ahí, en cómo pueden potenciar a las ciudades del norte para que mejoren la calidad de vida de sus habitantes”, finaliza Riesco.