Fesumin y reducción de la jornada laboral: “Hay que revisar si las empresas están produciendo por objetivos”

La discusión sobre la reducción de la jornada laboral sigue en la palestra, aunque algunos economistas dicen que no es momento por la crisis provocada por la pandemia y un estudio de la Universidad Diego Portales salió a asegurar que reducirá la productividad, algo que afectará directamente a las arcas de nuestro país. 

Sobre este estudio, el Director de Comunicaciones de Fesumin, Víctor Riesco, aseguró que “lo interesante de esto es que no habla sobre en qué rubro está realizado. Alguien podría decir que la construcción podría reducir sus horas de trabajo diaria, pero no lo dice. En países como Islandia, donde la productividad ha ido levemente en aumento con una jornada de 40 horas, desmiente este estudio, que, obviamente debe ser puesto en contexto de la actividad económica que está realizando”.

“Si se revisa el tema minero, allí casi no habría modificaciones, porque existen las jornadas excepcionales bajo la figura actual, la que aprueban la mayoría de los sindicatos, así que podríamos dejar a la minería fuera de esta figura”, agregó. 
Riesco, además, advirtió que “también tendríamos, por ejemplo, la situación de los empleados públicos en la DGAC, donde, obviamente, los turnos y todos los tiempos deben estar cubiertos por la actividad económica indicada”.
De todas formas, aseguró que “es poco claro decir que las empresas van a ser menos productivas, o las personas van a verse afectadas en los montos asociados si no se clarifica de qué estamos hablando. Si se trata del retail o los supermercados, obviamente, cerrarán con menos personal disponible a la hora del cierre y tendrán que reorganizar sus turnos para ser más productivos. Nos falta un poco de acuciosidad, referente al para quién sería el impacto negativo”. 
En cuanto a las inquietudes de los economistas sobre la reducción de la jornada laboral, apuntó que “la actividad chilena es bastante reducida, y, principalmente, cuando se habla de las grandes empresas versus las empresas medianas o pequeñas, obviamente el debate vuelve a ser que las empresas no son capaces de pagar horas y, obviamente, tampoco están en condiciones, sobre todo tras el estallido social y la pandemia, de poder generar estas instancias como bajar las horas de producción”. 
Asimismo, indicó que “en Chile no se cuestiona si las empresas realmente tienen la capacidad para aumentar producción. No solamente se tiene que ver que la persona haga más en el tiempo en que está, sino que también el trabajo que hace es lo que la empresa necesita. Es así como muchas áreas como el rubro bancario o de servicios, ellos mantienen una forma de producción que está establecidas según los procedimientos y las instancias. Si se elimina mucha de la burocracia la productividad, obviamente, sería mucho más alta, pero no es el caso, dado que las empresas tienen estructuras rígidas para este tipo de cosas”.
“Respecto de la justificación que se da, que no habría tema para la compra, ojo que la disponibilidad de los mercados hace que las personas también se acomoden a los horarios y que eso también beneficie la mejor utilización del tiempo de las personas. No es un tema que se deba cerrar ni sobre el que se deba ser tajante, pero también hay que revisar si las empresas están produciendo por objetivos, si lo hacen por cumplir el tiempo necesario o realmente son productivas en lo que deben hacer”, cerró.