Gobierno pretende postergar negociaciones colectivas mientras dure Estado de Catástrofe

La Comisión del Trabajo del Senado aprobó la idea de legislar el proyecto de ley que En principio afectaría a unas 800 negociaciones que están actualmente en curso y cerca de 1.500 instrumentos colectivos. 

La iniciativa busca prorrogar los contratos colectivos mientras dure el estado de catástrofe, suspendiendo así las negociaciones que debiesen existir en esta época, salvo que se produzca un acuerdo de las partes para negociar de igual manera. Con esto, “se busca garantizar una negociación de buena fe y en circunstancias más equitativas para las partes”.
Desde las organizaciones sindicales no están de acuerdo con este proyecto de ley, y así lo confirma el Presidente de Fesumin, Miguel Fernández, quien señala que “es una nueva señal de este Gobierno de que la clase trabajadora queda de lado ante lo que decida unilateralmente el empleador”. 
“Como Federación, no estamos de acuerdo en permitir que esto se decida con una sola de las partes, ya que las negociaciones son una herramienta fundamental para el Progreso de los sindicatos y para establecer ciertas bases de calidad de vida para los socios. No estamos de acuerdo con este proyecto y pedimos al Gobierno que deje de entregar señales de que gobierna solo para los empresarios y que por favor vele por la seguridad y salud de los trabajadores del país”, agrega. 
Por su parte, el Director de Comunicaciones de Fesumin, Víctor Riesco, afirma que “para nosotros este es un muy mal proyecto. Piñera solo ha querido disminuir el poder de los trabajadores y dárselo a los empresarios y una vez más se haga palpable en este proyecto”. 
“Lamentamos también que senadores de la República impulsen este tipo de proyectos que solo benefician a los empleadores. Lo lógico en estos casos es que esté permitido acordar en mutuo acuerdo la suspensión sin consecuencias negativas para ambas partes, y no suspenderlo en pleno derecho. Lo que consiguen con esto es generar que se realice de forma automáticamente y la única forma de reanudar la negación es cuando el empleador así lo quiera”, añade. 
“Esto afecta la autonomía colectiva que debe reinar y primer en este tipo de contextos y demuestra que el Gobierno está gobernando para los empresarios en post del desmedro de las organizaciones sindicales”, finaliza Riesco.