Industria minera chilena requerirá 26 mil nuevos trabajadores para 2028

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La industria minera en Chile se enfrenta a un desafío clave en los próximos años: la incorporación de 26 mil nuevos trabajadores para 2028. Factores como la expansión de operaciones, el aumento de la demanda de minerales estratégicos y la digitalización están impulsando la necesidad de una fuerza laboral calificada que pueda adaptarse a un entorno cada vez más tecnológico.

Actualmente, la minería representa cerca del 10% del PIB nacional, y en 2023, la producción de cobre en Chile alcanzó el 28% del total mundial, según el Consejo Minero. Sin embargo, el sector enfrenta dificultades para atraer y retener talento, especialmente en roles técnicos y especializados. Karina Jara, subgerente de atracción y gestión de talentos de Workmed, destacó que la minería está evolucionando hacia una mayor automatización y digitalización, lo que genera una creciente demanda de operadores de maquinaria avanzada, ingenieros de automatización, especialistas en datos y técnicos en mantenimiento de equipos automatizados.

Además de la digitalización, la presión regulatoria y social llevó a un mayor enfoque en sostenibilidad y gestión ambiental, creando oportunidades para profesionales especializados en minería de precisión, uso de drones, inteligencia artificial y análisis de datos. Para responder a esta transformación, la industria debe fortalecer su colaboración con instituciones educativas y centros de formación, asegurando que la nueva fuerza laboral adquiera las habilidades necesarias para los desafíos futuros.

Jara también enfatizó que, para atraer talento, las compañías mineras deben implementar estrategias innovadoras, como mejorar la imagen del sector, fomentar un entorno laboral inclusivo y promover el bienestar de los trabajadores. La adopción de estos enfoques será clave para asegurar la sostenibilidad del sector y su capacidad de seguir contribuyendo al desarrollo económico del país.

En este contexto, la industria minera chilena se encuentra en un punto de inflexión. La combinación de formación técnica, innovación en procesos y estrategias de retención laboral determinará su capacidad para adaptarse a los desafíos y oportunidades que trae consigo la transición hacia una minería más tecnológica y sustentable.