Un trabajador de 45 falleció en faena La Negrita el pasado lunes. Hasta ahora, señalan que el minero habría estado realizando tareas propias de la actividad minera en el acceso a la mina, labor que hacía sobre una escalera. Estructura que, por razones que son materia de investigación, habría cedido, originando la caída del trabajador quien sufrió lesiones de tal gravedad que le ocasionaron la muerte en el mismo lugar.
Una muerte en minería no es nuevo, y casi todos los meses del año están ocurriendo accidentes y muertes en minería. Accidentes de trayecto, accidentes fatales en faena, y cientos de temas de seguridad que podrían mejorar sustancialmente si hubiera un resguardo estatal en torno a la seguridad en minería.
Es por ello, que es importante saber qué cambiaría en el país si Chile ratificara el Convenio 176 de la OIT.
Los trabajadores mineros agrupados en la Coordinadora de Trabajadores de la Minería han realizado diferentes tipo de manifestaciones y han entregado dos cartas al Presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera, pero hasta ahora, y con decenas de mineros fallecidos sólo este año, no hay respuesta. ¿Por qué este convenio es tan importante, y qué cambiaría en el país si esto ocurriese?
El Convenio 176 de la OIT es un documento referente a las condiciones y prácticas que el Estado de Chile debe planear y ejecutar, para garantizar de forma plena la seguridad y la salud de los trabajadores de la minería.
La ratificación se hace efectiva cuando el Estado crea una legislación nacional que contenga las disposiciones y normas técnicas relativas a la vigilancia de la seguridad y la salud en las minas.
Asimismo, disposiciones relativas a la inspección de las minas por inspectores designados a tal efecto por la autoridad competente, y los procedimientos para la notificación y la investigación de los accidentes mortales o graves, incidentes peligrosos y los desastres acaecidos en las minas.
El empleador tiene la tarea de eliminar los riesgos, controlar los riesgos en su fuente, reducir los riesgos al mínimo mediante medidas que incluyan la elaboración de métodos de trabajo seguros, y, en tanto perdure la situación de riesgo, prever la utilización de equipos de protección personal.
Por su parte, el trabajador tiene el derecho de notificar los accidentes, los incidentes peligrosos y los riesgos al empleador y a la autoridad competente.
Además, puede exigir que se realicen las inspecciones y siempre conocer los riesgos existentes en el lugar de trabajo.
Desde el año 2000 hasta ahora, cerca de 600 mineros han muerto en su lugar de trabajo, y para la Federación de Supervisores de la Minería Privada, Fesumin, es de suma importancia que el Convenio se haga efectivo cuanto antes, y se prevenga y evite la muerte de más trabajadores.
Para el Director de Comunicaciones de Fesumin, Víctor Riesco, sería un cambio rotundo, ya que “va a garantizar las fiscalizaciones, que a pesar de haber ido en aumento desde lo que pasó con los trabajadores de la Mina San José, no han sido suficientes”.
“Hoy estamos en buen punto para poder sentarnos con el empresariado y con el gobierno para generar una política minera, la cual va a cuidar la salud y el trabajo de nuestros compañeros. Es súper importante este tema porque tiene que ver con seguridad y salud, que son temas que no se transan. Lo que tenemos que hacer es mejorar las condiciones con las que el minero trabaja”, finaliza.