OPINIÓN | ¿Por qué sindicalizarse?

El modelo económico imperante nos ha hecho evolucionar y convertirnos en una sociedad sumamente individualista, que no considera las necesidades del otro, a no ser que de alguna forma nos perjudique. Pero mientras el individuo esté bien por sí mismo, no hay conciencia de un individuo colectivo.

Dicho esto es doblemente difícil convencer a los trabajadores de la importancia de sindicalizarse, y aún así,  con todo en contra, cabe preguntarse ¿Por qué sindicalizarse? Porque hay buenas noticias.

Cuando comenzamos a gestar lo que sería el sindicato en Minera Collahuasi, notamos que los supervisores somos “el jamón del Sándwich”. Por un lado tenemos responsabilidad al tener a cargo tanto personal propio o contratista, además de tener que responder a nuestra jefatura por las labores de las que somos responsables. Ser supervisor implica estar disponible prácticamente 24/7 y ante cualquier dificultad eres el chivo expiatorio y toda la responsabilidad recae sobre nosotros; toda esta gran responsabilidad redunda en una posible mala evaluación, y según la gravedad de la situación, hasta una desvinculación.

Tampoco participábamos de la repartición de bonos relacionados de forma directa con la producción, ya que debíamos esperar que nos extendieran un posible “BTN” obtenido por el sindicato de trabajadores OAS.

Y así comenzamos; primero conociéndonos y rompiendo la separación Mina/Planta/Servicios que aún es fuerte. Darnos cuenta que un supervisor de planta tenía las mismas dificultades que un supervisor de Mina, que todos trabajamos más de 12 horas diarias y eso afectaba nuestro descanso, esto debido a que teníamos el Artículo 22 en nuestros contratos, que teníamos el 305 que nos impedía sindicalizarnos. Alto.

¿Sindicalizarse no es un derecho? Realmente ahí nos dimos cuenta de que como trabajadores no conocíamos nuestra realidad y nuestros derechos, solo nuestras obligaciones y por supuesto bajo la “ley del embudo”. Nace la necesidad de organizarnos y plantearnos en representación de nuestros colegas en UNA SOLA VOZ frente a la administración de la empresa, y plantear los desvíos que se presentaban respecto de nuestros derechos laborales.

Cabe recordar que en nuestro primer intento de formalización fracasamos y  reclutamos solo a la mitad de la cantidad necesaria para conformar el Sindicato de Supervisores. A la distancia, vemos que nos faltaba madurez, conocimiento, vencer el miedo y la apatía por los sindicatos. Pero no bajamos los brazos, y en una segunda instancia, logramos el quorum necesario para formar nuestra organización.

Es así como se formaba el primer Sindicato de Supervisores de la Gran Minería en Chile, hito importante en la historia sindical de la minería, ya que esto gatillaría la formación de sindicatos en otras empresa como Escondida, Spence, Caserones, Zaldivar y las últimas en Antucoya y Los Pelambres. La única organización previa es el Sindicato de Supervisores de El Peñón de Yamana Gold, minera de cobre y oro, sindicato precursor y quienes nos asesoraron y ayudaron con su experiencia.

Comenzamos las reuniones con la empresa en un ambiente de no reconocer a la organización y de frenar todas nuestras iniciativas, pero con la ayuda de asesores en especial de nuestros abogados fuimos poniendo en el tapete todas aquellas situaciones reñidas con la ley laboral y que la empresa debía cumplir, lo que dio paso en Noviembre de 2014 a la firma de nuestro primer contrato colectivo donde quedaban aglutinados todos aquellos beneficios que teníamos en la guía de beneficios más la instauración de regalías que no se tenían. Con esta negociación colectiva logramos consolidar nuestra posición frente a la empresa y a la organización de trabajadores OAS, demostrando que somos capaces de organizarnos y plantear nuestras demandas.

Ahora puedo responder la pregunta Inicial. El sindicalizarse es un derecho ganado con años de luchas de nuestros antecesores dirigentes en diferentes áreas de la actividad humana y como tal vez no es perfecta, pero siempre puede ser perfectible, logrando así mejores condiciones laborales para nosotros los trabajadores.

Todos los días los trabajadores unidos logran un pequeño avance dentro de su labor ya sea de forma de conversación directa con la empresa, u obteniendo dictámenes en las inspecciones del trabajo, o judiciales en las cortes del trabajo del país y el mundo. Pero ojo, esto no es solo trabajo de los dirigentes, ellos son la cara visible de la organización, pero las asambleas como colectivo y cada uno de los socios deben ser parte activa del trabajo.

Lamentablemente no siempre se gana y eso también te hace replantear muchas veces el trabajo realizado, pero cualquier triunfo es un triunfo de todos y cada uno de quienes componemos un sindicato. Que unidos podemos lograr mucho más que solos, que la frase “divide y vencerás” es la máxima de muchos ejecutivos en nuestro país, pero no ven el gran potencial que representa tener sindicatos fuertes y bien constituidos. Basta mirar la experiencia de países europeos donde incluso la mitad de los consejos directivos de las empresas están compuestos por trabajadores y cuyos resultados son bastante buenos. Sí, sindicalizarse vale la pena.