Una nueva ayuda social fue la que entregó el Sindicato de Supervisores de Spence, quienes hicieron la compra de dos impresoras 3D con un costo cercano a los 2 millones de pesos.
El objetivo fue responder a una solicitud de ayuda por parte del Rotary Club de Peñuelas, quienes han entregado bastantes carillas faciales a los hospitales y recintos de salud de la Región, con la idea de ayudar a quienes están batallando directamente con el contagio del COVID-19.
Según lo que señalaron desde el Rotary Club, “los escudos faciales permiten dar mayor protección a las personas para evitar contagiarse con COVID-19 ya que da una máxima y completa protección del rostro: cubre hasta el mentón y evita la contaminación cruzada y salpicaduras de fluidos, como aumenta la durabilidad de la mascarilla”.
Por ello, la ayuda solicitada fue para la adquisición de otra impresora 3D para incrementar la producción y entrega, como de materiales para su fabricación que consisten en mica y filamento PLA principalmente.
Finalmente, el Sindicato donó dos impresoras con un costo económico de $1.980.000.
Desde el Rotary Club, agradecieron mucho el aporte del sindicato, el cuál, sin duda, hará una gran diferencia.
“Gracias a un aporte importante de recursos del Sindicato de Supervisores de Minera Spence podremos continuar nuestro proyecto de Fabricación de Escudos Faciales para cubrir las necesidades de la primera línea de los trabajadores de la Salud y de otros trabajadores que trabajen directamente con los más necesitados en esta pandemia. Es así como esta semana hemos distribuido por segunda vez en la Posta de Guanaqueros, Consultorios de Tongoy, Urgencia del Hospital y por primera vez hemos donado a Delegación Municipal de Guanaqueros y Consultorio Cardenal Caro de La Serena”, señalaron.
Desde el sindicato, su presidenta, Joanna Marín, comentó: “Como sindicato nos sentimos muy orgullosos en ser un aporte con la compra de dos impresoras 3D para poder ir en ayuda de la implementación y en la creación de estas caretas que permiten una mayor protección para la gente que está en contacto directo con los contagiados del coronavirus. La idea es ayudar a la primera línea y a la gente que está expuesta”.
“Agradecemos todo el trabajo de los funcionarios de salud, quienes han dejado todo de la lado, su familia, sus días libres, para poder estar en esta lucha y necesitamos protegerlos, porque están dando la batalla dura contra el COVID-19”, finaliza.